Aspectos a considerar a la hora de elegir un suelo:
- El color de la madera: existe un amplio abanico de posibilidades de tipos de madera, desde las más claras hasta las más oscuras. Un suelo oscuro absorve mucho la luz y reduce la impresión de amplitud. De la misma manera, un suelo oscuro puede hacer que un ambiente se convierta en cálido en espacios grandes. Un suelo claro refleja la luz y aumenta la percepción de amplitud, al mismo tiempo que contrasta con los detalles en colores más oscuros.
- La superficie:
- Mate: este tipo de barniz da la sensación de un suelo de madera no tratada. Se percibe la suavidad y naturalidad de la superficie. Es muy resistente y sencillo de mantener.
- Aceite natural: tiene un tacto agradable y natural. El aceite muestra la textura de la madera y enriquece su color. Aunque son cómodos de mantener, este tipo de suelos necesitan un poco más de cuidado.
- Cepillado: aumenta la estructura natural del veteado y forma una textura adicional.
- Tintado: los tintes sirven para realzar los colores naturales.
- Bordes biselados: según el biselado en los bordes, se consigue un aspecto más rústico y robusto del suelo.
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